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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Ficción & No Ficción en la Literatura


TEXTOS DE PARTICIPANTES IV


MARÍA INÉS LOSAS


Hija de asturianos, nacida en la Capital Federal en el Hospital Alvear, al poco tiempo su familia se mudó a Corrientes en donde vivió un año.

         Vueltos a la Capital, vivió en Pompeya e hizo el secundario en el Comercial Nº 21 Capitán de Navío Hipólito Bouchard de Flores.

Fue madre joven de dos varones y una mujer –se casó a los dieciocho años-. Estuvo muy ocupada en tareas hogareñas. Hoy es abuela de seis nietos. 


Se dedicó, entre otras cosas, a ser maquilladora y colorista. Después se empezó a interesar por la pintura y por otro tipo de actividades.


Más tarde se especializó en la práctica de terapia energética japonesa conocida como Reiki. Y ahora conduce un taller de Ejercitación de la Memoria para Personas Mayores en distintos centros de jubilados. Aunque hace estas terapias, dice que jamás podría ser médica. Tal vez, decoradora, eso sí.

Se autodefine como “alegre, le gusta la risa, no le gustan los grises, ama la vida, cree en el amor y en las personas, optimista, algo soñadora…”

Después de jubilarse, decidió hacer algo diferente. Se enteró por su nieta del Seminario – Taller y decidió inscribirse este año. Si bien era lectora, nunca se había atrevido con la escritura.

Consumidora  de café, le da placer el arrullo de las olas, detesta las enfermedades y lo miserable que suelen tener algunos humanos así como las sirenas de ambulancias, bomberos o los bocinazos a ensordecen la ciudad.   

Con su preocupación familiar y por la vida de los suyos, espera que, si alguna vez llega al Paraíso, Dios le asegure que en su casa todo va a andar bien. Eso sí, es muy amante de la vida, pero de haber otra vida, le gustaría ser un tigre… O mejor dicho una tigresa… Saquen sus conclusiones.





MI CIELO



Quisiera recorrer todo tu ser como un ciego.

Quisiera sentir en cada yema de mis dedos el éxtasis de amarte.

Quisiera, abeja, libar las partes de tu cuerpo y sentir los sabores agridulces de esta fruta madura y prohibida.

Quisiera después lentamente cabalgar sobre tu vientre y llegar al infinito en ese caballito alado que, a medida que galopa, se transforma en un unicornio blanco.

Y quisiera que parara nunca…
Bruno Bruni - Luna turca













CLARO DE LUNA

“¿De quién es la luna?

¿De los humanos o de los extraterrestres?”

Mi nieta menor

La luna me mira, la luna me ilumina, la luna me encandila.

La luna me entristece, la luna me llena, la luna me pone lunática…

La luna de los enamorados…

La luna de los norteamericanos o la de los rusos… La luna de los científicos.

La luna de los poetas, la luna de Salvatore Adamo.

Te siento, Luna, cuando se desvanece mi energía y te siento cuando estoy enamorada, quimérica, irrealizable…

En el camino me seguís con tu luz y, de pronto, te escondés tras un poste, un árbol, una nube. Y no sé qué pensar: ¿existís o desapareciste?

Te siento luna durante nueve meses.

Te siento luna cuando pienso que no estamos solos, cuando pienso que existe alguien que se achica, se encoge, crece, se redondea, asciende… Siempre estás, Luna…

La luna por un beso…



® © María Inés Losas, 2016.




2 comentarios:

  1. Heredaste de tu padre la poesia
    De tu madre,la algarabia
    Y de tu interior clamoroso
    Lo que nunca imaginaste que ocurriria... Felicitaciones Maria Ines!!!!

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  2. Excelente!!! no conocía nada de lo suyo y me parece muy bueno, (comentario personal) pero además, buena alumna utilizando tus enseñanzas... felicitaciones

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